La semana pasada, en el taller de Cacharreando me instalaron Lubuntu en un netbook que tengo para labores auxiliares.
Como este es un blog de cuentos y no de tecnología, no voy te voy a contar sus características técnicas que puedes ver en el enlace que he dejado, sino que te voy a contar cómo lo he convertido en un personaje de mis cuentos.
Como supongo que no puedo utilizar el mismo nombre por cuestión de derechos de autor, me he inventado el nombre de #Lobueno (lobo bueno).
Imagen vía Pinterest
La simbología de #Lobueno parece evidente. Representa la libertad.
Las formas conforman.
Utilizamos numerosas herramientas digitales, pero no caemos en la cuenta que la mayoría de ellas no someten a un cierto control; aunque solo sea el de nuestros datos. ¿Qué hacen con ellos?
En el encuentro #EduNarraExpandida, salió el término hacker.
La ética hacker no es la ética cracker… no hay que confundirlas… #EduNarraExpandida
— #Jerby (@ratonbloguero) 4 de mayo de 2016
Como es otra cuestión técnica, te dejo este enlace para que saques tus propias conclusiones.
Volviendo a #Lobueno como personaje, me sería muy sencillo decir que es un lobo hacker. Pero, ¿por qué no simplificar más el asunto?
Los viajes imaginados no necesita de mucho equipaje. Y con poco equipaje, hay poco sitio para grandes ordenadores. Y los pequeños ordenadores necesitan herramientas sencillas para poder funcionar. Así que he metido todo esto en una tarjeta y en un tablero. De esta forma, lo puedo llevar a cualquier parte.
Pero todavía suena demasiado tecnológico y con poca imaginación. Así que he consultado con mi querida luna y me ha musitado lo siguiente:
#Lobueno aguardaba todo el día hasta que aparecía la luna y luego la perseguía por bosques y llanos. Parecían ir juntos pero ella nunca estaba próxima hasta que un día de luna llena, cerca del lago, ella se vio reflejada. Entonces, él pensó que podría besarla y al acercar el hocico al agua para hacerlo, el agua tembló y la luna danzó de contenta.
Es difícil que un programa informático puede escribir algo como esto.
Aún no se ha llegado a la sensibilidad digital 😉 , entretanto… ¡sigamos escribiendo narración!
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#Martes, ya sabes que las arañas gugleras están a otras cosas.
Pero las herramientas sin imaginación no sirven para nada.
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Tienes toda la razón. Es como un libro de cuentos, con tapas preciosas, con el título en letras de oro, pero con todas las páginas en blanco.
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Ese no es un libro de cuentos. Es el Libro de los Gustos. Ya sabes:
Sobre gustos, no hay nada escrito. 😀
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Cierto, pero los cuentos, cuentos son. Sea cual sea el soporte y buscar tres pies al gato es, a menudo, tarea superficial 😉
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Sí, pero un gato con tres pies da para muchos cuentos… 😀
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No lo dudes 🙂 Y dará lo mismo en qué soporte esté si es un gato capaz de transmitir lo mágico.
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