Mi musa, la luna Qamar, se va a ir unos días de vacaciones de verano.
Ya sabes que las musas suelen aprovechar el verano para visitar al sol. Sin embargo, Qamar no necesita ese tiempo para visitar al sol -al que llama Helio– porque mantiene una extraña amistad con él.
Gif vía Pinterest
Cuando le comenté que cómo me iba a apañar en su ausencia, me musitó que eso ya era cosa mía.
– Cuando me voy, me voy -sentenció.
Aunque parezca que ella y yo tenemos los mismos gustos, es todo lo contrario. Apenas coincidimos en nada, pero eso tiene sus ventajas.
Algunos pensarán que una musa que no piense como tú tiene que ser un gran inconveniente. Pero es todo lo contrario. Cuando musitamos sobre algún tema, nuestras opiniones divergentes -que no contrarias- permiten que un mismo cuento acabe de distintas formas en su blog y en el mío.
– No te importa que… -le intento preguntar algunas veces.
– Sabes que no me importa que acabes mis cuentos de otra forma -me adivina el pensamiento- siempre que dejes mi referencia.
Así que ya tengo un primer recurso para sus días de ausencia.
Puedo acabar un cuento suyo de otra forma.
Otra fuente inagotable de inspiración son sus comentarios en los espacios que compartimos, colaboramos,… o como cada cual quiera verlo. Como las opiniones no son iguales, dan pie a múltiples combinaciones; algunas de las cuales se acaban convirtiendo en cuento. Aunque, a veces, no tenemos muy claro en qué blog lo vamos a acabar publicando.
Y ya por último, ¿quién me impide a mí imaginar dónde estará pasando esos días?
Seguro que es un lugar azul. Puede ser una playa recóndita o esa galaxia azul que, en vez de un agujero negro, tiene un agujero blanco.
Gif vía Pinterest
Y siempre me quedan sus recuerdos a los que nunca podrá acceder ninguna araña guglera.
La ausencia es un buen momento para el recuerdo.
Bonita reflexión. Aunque hay que reconocer que la imagen es un poco mareante, pero puede que sea el calor del verano el que esté causando este efecto.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Fran, como la luna estaba de vacaciones, es lo que he podido encontrar por mi cuenta.
Seguro que ella hubiera encontrado algo más sosegado.
Me gustaMe gusta
Me ha encantado, Ratón 🙂 Si es que la luna es lo que es. ¿Para que la vas a cambiar? No lo lograrías.
Y claro que te apañas sin la musa, ¡faltaría más! Además, sabes que siempre asoma su naricilla 🙂
Qamarbesis, ratoner.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Qamar, rectificando al poeta:
Me gusta cuando te vas
porque sigues presente.
Me gustaLe gusta a 1 persona
No hace falta pensar igual para inspirarse en otro 🙂 Las musas tienen eso, que ni saben de género, ni numero, ni color 😉
Me gustaMe gusta
Martes, ni fecha del calendario… pero esa es ya otra canción 😀
Me gustaLe gusta a 1 persona
😉
Me gustaMe gusta
Como me encanta la luna, creo que este verano voy a relajarme con ella… a ver si mi musa me visita o se coge vacaciones.
Me gustaMe gusta
Lili, además, las lunas llenas de verano suelen ser más grandes.
Me gustaMe gusta
Que maravilloso detalle… merecido sin dudas, y recíproco también.
Besos a ambos.
Me gustaMe gusta
Alma, qué gusto verte por este blog.
Ya sabes el secreto de Qamar. Es mi musa; incluso, cuando no está.
Me gustaMe gusta