El Cuento Trenzado

Contar es trenzar frases y palabras.

Otra cosa es cómo te quede la trenza. El Taller de la Imaginación tocó a su fin y, en su octava semana, había que trenzar todo lo que se ha venido haciendo hasta ese momento.

Durante ocho semanas, algunos habitantes de Isla Imaginada hemos viajado en tren y barca, hemos visto el inicio de un amor adolescente y el conflicto de otro que no lo era tanto, hemos mirado a lo lejos -a veces, tan lejos como las estrellas- y corrimos para llegar a punto de la gran fiesta fin de curso.

Y ahora, toca hacer un resumen de todo lo vivido. Un contador estelar te diría que se ha parecido un poco a un viaje a las estrellas y que el camino a elegir no estaba siempre previsto; la aventura no pudo ser más fabulosa.

Y además, a este humilde ratoncillo, se le trenzó este taller con un curso de gamificación y otro de cooperación.

Total, que he acabado siendo un comodín; y lo mismo te cuento que te juego o te coopero. ¡Ah! Y te comento.

Vamos, que vengo a ser el perejil de todas las salsas y no hay charco en el que no me meta. Otra cosa es como salga.

Y a mi muy querida musa y luna Qamar, le hago unos nudos cada vez más complicados. Menos mal que ella decidió hace tiempo quererme en lugar de comprenderme.

Te sugiero que sigas su estrategia. Intenta pasártelo bien con mis cuentos y no les busques muchas explicaciones.

La trenza de la vida te lleva por donde ella quiere.

En este momento, se me trenzan en la cabeza cuentos, juegos, colaboraciones,… por lo que no te puedo asegurar qué te vas a encontrar en este blog la semana que viene. Pero tengo por seguro que te lo pasarás bien.

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