La Sra de Díaz ha tenido la amabilidad de prestarme los dos ratoncitos de su Carta de una mamá para un cuento. Son tan graciosos que creo que se lo merecen.

Imagen vía Sra de Díaz
La Ratita de Naranja y el Ratoncito de Limón eran un matrimonio muy bien avenido. Aunque, al principio de su relación, habían tenido más de un disgusto.
Ella era una ratita dulce, agradable y estaba siempre de humor. Él era un ratoncito amargado, desagradable y siempre estaba de mal humor.
A pesar de sus diferencias, algo les unía: su amor por la literatura. Pero a ella le gustaban los cuentos de princesas que acaban bien y a él, lo cuentos de monstruos que acaban mal.
Este amor por la literatura hacía que se vieran con frecuencia en la gran biblioteca de Isla Imaginada. Y más concretamente, en su Rincón Ratuno.
Sus conversaciones no iban más allá de unas frases de cortesía hasta que un día ocurrió algo inesperado. Martes de Cuento, bibliotecaria de la gran biblioteca de Isla Imaginada, propuso a todos los lectores un juego literario consistente en que tenían que juntarse por parejas y crear un cuento con los personajes preferidos de cada uno de ellos.
A la Ratita de Naranja y al Ratoncito de Limón les pilló juntos en aquel momento y acordaron constituirse en equipo sin medir las consecuencias de aquella decisión.
En primer lugar, pensaron en hacer algo parecido a La Bella y la Bestia. Pero sus monstruos y princesas no parecían muy compatibles entre si.
Vídeo vía Disney España
Entonces, vieron otra posibilidad. Podrían hacer primero un estudio de cuentos de monstruos y princesas que hubiera en la biblioteca y luego ya verían. Pidieron ayuda a Martes de cuento y, en poco tiempo, se hicieron con una pequeña colección de este tipo de cuentos.
Después del estudio, hicieron una pequeña prueba con la que participaron en el juego literario que no era competitivo, sino que tenía forma de cuentacuentos.
Aquello les gustó tanto que siguieron haciendo hasta el día de hoy cuentos conjuntos de monstruos y princesas, príncipes y monstruas o cualquier otra combinación que se les pasa por la imaginación.
Precioso…
Me encanta tu capacidad para hacer estas cosas.
A mí me cuesta horrores.
Un qamar besis dulce, dulce :.)
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Qamar, vamos a ver, ¿no eres tú mi musa? 🙂
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¡Qué genial pareja! Me está entrando el gusanillo de retomar mis microcuentos y ponerme a escribir.
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Sra de Díaz, los microcuentos no te quitan mucho tiempo. Y si son cuentuits, menos. 😀
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Me hicieron reír esta pareja de ratoncitos… si hasta me recordaron a una pareja que conozco. Es muy bueno que hayan encontrado la manera de centrarse en lo que los une y no en las diferencias. ¡Lindo cuento de miércoles! Un beso. =)
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Capicuentos, si es que la literatura hace el cariño.
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¡Qué monos!
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Martes, no sé si en la selva amazónica habrá algún mono ratón. Pero seguro que, en Isla Imaginada, habrá más de uno… 😀
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Jejejejje, te veo chisposo 😉
Mira a ver qué te parece este mono ratón
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Para una primera aproximación, no está mal. Lo mismo le dedico un cuento. 🙂
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😀 😀 😀 Tendría la ventaja de poder trepar a los árboles para escapar de los gatos y podría, incluso, poner de moda quesos con relleno de plátano.
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Me gusta la idea de la combinación de queso y plátano. Ya veré cómo la meto en el cuento.
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Seguro que se te ocurre algo genial 😉
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No te lo vas a creer. Mi amigo Google me acaba de pasar una receta de tarta de plátano y queso. 🙂 🙂 🙂
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😀 😀 😀 😀 Si es que ya está todo inventado.
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Para quien no se lo crea:
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