El Mono Ratón

Un comentario de Martes de Cuento en el que incluía una extraña imagen de un mono ratón me ha inspirado este cuento.

Imagen aparecida en un comentario de Martes de Cuento

Era su primera expedición a la selva amazónica. El equipo de investigación se había dirigido a aquella zona concreta por un extraño juguete que se había dado a conocer entre los niños de una recóndita tribu salvaje que habitaba por aquellos lares.

Los expertos no se ponían de acuerdo en si era un mono ratón o un ratón mono. Finalmente acordaron el término de mono ratón para no seguir discutiendo sobre el tema y empezar a buscarlo.

Con ayuda de un guía indígena local, llegaron a la región donde se aseguraba que se había visto más veces. Al cabo de un par de días, se vio una pequeña y fugaz sombra que podría responder a lo que estaban buscando. Así que decidieron montar allí mismo el campamento y empezar a hacer seguimientos más concienzudos y montar las primeras trampas.

Probaron todo tipo de trampas y todo tipo de cebos. Pero las trampas aparecían intactas al día siguiente. El joven explorador propuso que si se trataba de un mono ratón, se podría probar con una tarta de plátano y queso que le había enseñado su abuela.

Su abuela nunca había sido una famosa repostera. Pero la variedad y combinación de los ingredientes que utilizaba para sus tartas era de lo más comentado en su pueblo.

– Pero, ¿cómo vamos a hacer una tarta sin horno? -le preguntaron con incredulidad.

Su abuela había solucionado varias veces ese problema con un poco de ingenio. Así que dejaron que probara. Con un trozo que le quedaba de plátano y algo de queso hizo una pequeña tarta del tamaño del animal que estaban buscando.

Al final, no pudieron cogerlo. Pero dio tiempo para hacer una pequeña grabación mientras el curioso animal se relamía de gusto con aquel nuevo sabor; pero con la habilidad de no disparar la trampa.

¡Ah! ¿Que no te crees lo de la tarta de plátano y queso sin horno?

11 comentarios en “El Mono Ratón

  1. ¡Querer atrapar a un Mono Ratón!. No sé si ese equipo de investigación antes de realizar su expedición se digno en leer las características «especiales» de la especie de los Monos. Lo que está claro es que les toma el pelo como quiere y ¡además se come la tarta sin pestañear!

    Me gusta

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.