Los blogs del ratón y la luna son dos universos paralelos.
A estas alturas del año, ya te habrás dado cuenta que este blog y el de Caracolas en las nubes somos dos universos paralelos.

Caracolas en las nubes
Compartimos tres personajes:
- La lunita Qamar
- La ratita Garrampas
- El ratoncito cuántico
Del ratoncito cuántico, ya te he hablado bastante; así que me remito a lo ya contado. La lunita Qamar no es que sea cuántica exactamente, pero -como luna que es- puede cambiar en cualquier momento.
La ratita Garrampas es la ternura virtual. No sé si existirá ya una palabra para expresar eso; si no, Qamar y yo la imaginaremos primero y la crearemos después.
Comprendo que para ti puede ser un lío ver como los personajes se comportan de una forma algo distinta en cada blog. Pero la imaginación tiene esa paradoja, cada cual se imagina su blog y sus personajes a su manera.
Lo paradójico además es que cada cuento en los que aparecen estos personajes suele haber salido de una conversación real donde cada cual entendió lo que quiso o pudo entender. Y esta referencia a la conversación no es algo gratuita; estos personajes también conversan entre si y se crean y recrean mutuamente.
– Espera -dice uno de los ratones cuánticos-. Voy a ver qué dicen de #Jerby y Qamar en la red… Andá… dicen todo esto.
– ¡Madre mía, qué lío! -exclama Garrampas al verlo-. Menos mal que yo estoy solo con Ratonet en este blog.
Parece ser que las arañas gugleras están siguiendo las aventuras y desventuras de la lunita y los ratoncitos cuánticos. Después del último reajuste de nombres, han habido algunos cambios; pero, ¿qué importa? Lo importante es la conversación de cada cuento.
Así que no te preocupes de saber quién es quién en cada cuento de cada blog, ocúpate solo de seguir la conversación que se desarrolla en cada uno de ellos. Porque, de esa conversación, seguro que sale o ya ha salido otro cuento.
¡Qué lío sí! Pero nada que no pueda resolver un poco de imaginación o, mejor aún si cabe, dejarse llevar sin pensar mucho.
Qamarbesis 🙂
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Mi querida lunita Qamar
Mucho me temo que la imaginación no arregla las cosas, sino que las hace más bonitas. Y estoy de acuerdo contigo en que no hay que pensarlas mucho… le quitarían su gracia.
Besitos
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