La naturalidad es lo mejor para crecer.

Growth Hacker
Este cuento viene de este comentario.
Todo el mundo conoce la historia de Pepito Grillo. Pero no todos los Pepitos son grillos; hay uno que es ratón.
Había una vez un Growth Hacker que hacía maravillas con las analíticas de su blog. Las combinaba de tal forma que podía saber con precisión por qué canal se leían más sus posts, sus temas más leídos y a qué hora era mejor publicar según el tema.
Incluso, tenía analíticas de los comentarios que le permitían saber qué palabras eran las más frecuentes de sus lectores y comentaristas; de tal forma, que siempre introducía alguna en sus posts y comentarios aunque en su vida privada apenas las utilizase.
Por estas y otras razones más que superan los límites de este modesto blog, el Growth Hacker era cada vez más conocido, leído y seguido. Y además, cada vez que sacaba un producto o servicio al mercado, su bandeja de entrada se llenaba de clientes.
Pero esto que sería el ideal de cualquier bloguero, le suponía al Growth perder tiempo de estar con su familia y amigos. No podía de dejar de hacer aquello que le gustaba, pero tampoco podía poner en riesgo sus relaciones personales.
– No sé qué hacer -le dijo al ratoncito que tenía como mascota-.
– Muy fácil -le respondió este-. Sé más natural en lo que haces.
El Growth sé quedo estupefacto al escuchar al ratón. Pero, después de darle un par de vueltas, decidió hacer lo que le aconsejaba su mascota.
Mandó una carta mágica a sus suscriptores diciendo que hablaría como hablaba habitualmente, haría su trabajo a horas que le permitieran estar con su familia y amigos, y que reduciría el número de sus analíticas a las básicas.
El resultado fue un bajón en sus resultados en los primeros meses. Pero luego, fueron subiendo a un ritmo pausado, poco a poco, que le permitieron seguir manteniendo sus relaciones personales a su gusto.
¡Ah! A su mascota, le compró una casa nueva de su tamaño y puso en la entrada el siguiente letrero: Pepito Ratón.