¿Sabes leer las paredes?
Tal vez, recuerdes El Cuento en Blanco de la semana pasada. No sé si es porque las arañas gugleras estaban juguetonas especialmente esos días por lo que me apareció este tuit.
Mi hija de 7 años jugando con su colega ciega a leer en braille el gotelé de la pared. Están las dos descojonadas inventando palabras. #MuyFan
— Ivanchu Gruñiverso (@comicsalvajes) 17 de junio de 2018
Enseguida pensé que esas niñas se merecía un cuento por la imaginación que le estaban echando al asunto.

cuento en braille
Pero esta semana me he planteado que casi tendría que ser al revés:
No sé si nosotros nos merecemos a esas niñas.
Con frecuencia surge la expresión de qué mundo vamos a dejar nuestros hijos. Cuando en realidad tendría que ser qué hijos vamos a dejar a este mundo.
Dos niñas inventando palabras leyendo una pared de gotelé me hace pensar que no está todo perdido. Que la imaginación es algo con lo que nacemos de serie y no sé hasta que punto lo que llamamos educación se encarga de destrozarla.
He tenido que buscar la siguiente frase en la red y, como sé navegar en ella, no me ha costado mucho.
Nunca he dejado que mi instrucción escolar se interfiriera con mi educación. (Mark Twain)
Pero, cuando tienes 7 años, no te planteas estas cosas y sueles hacer lo que te dicen tus mayores.
Podría extenderme un poco más, pero prefiero que leas los comentarios que ha generado el tuit de las lectoras de paredes de gotelé.
Me ha encantado el post de la mamá. Me imagino a ambas y a la carita de la madre ante semejante espectáculo. Y es cierto, nada más bello e intenso que la imaginación y divertirse imaginando.
Un beso enorme.
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Querida Qamar
Ya ves. Todo el mundo rompiéndose la cabeza para inventarse métodos de animación a la lectura y bastaba solo con una pared de gotelé.
Eso sí, la imaginación te la tienes que traer de casa.
Besitos
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