Pon atención a las pequeñas cosas que te rodean.
Muchos adultos se quejan de que no tienen imaginación; sin embargo, todos nacemos con la imaginación de serie. Para comprobarlo solo necesitas ver cómo juegan los niños y niñas.
¡Sí! Todos y todas tenemos imaginación. Lo que ocurre es que la mayoría la tenemos prisionera.

Tal vez, recuerdes el cuento del buzón mágico de Néstor Marquínez. Este buzón se encuentra en la parte superior de la columna lateral. Justo debajo del Buscador.
Pues bien, Néstor te cuenta en este audio cómo liberar tu imaginación.
El mecanismo es muy sencillo:
- Fíjate en pequeñas cosas
- Anota esas pequeñas cosas
- Interpreta esas pequeñas cosas
Nestor te cuenta que con una pequeña libreta es suficiente. Pero la imaginación funciona mejor si utilizas un bullet journal como este de Sofi Blanco.
Si todas esas ideas que te van surgiendo después de prestar atención a las pequeñas cosas que te rodean -e interpretarlas- las vas compartiendo en un pequeño blog como puede ser este, el efecto se multiplica.
Las ideas se apoyan unas a otras.
Ratonet
Puedes hacer una pequeña prueba cuando lleves un año publicando regularmente en tu blog. Simplemente, pon una palabra de tu interés en su Buscador y verás las veces que esa palabra ha salido en distintos posts.
Posiblemente, podrás crear un nuevo post, cuento o lo que publiques con todas las ideas que ya tenías sobre ese tema y las que han surgido esta semana.

No es que la gente no tenga imaginación, sino que no presta suficiente atención a las pequeñas cosas que ocurren a su alrededor.
Néstor Marquínez
👁 No se lo cuentes a nadie: Néstor está recopilando todos estos consejos en un nuevo proyecto que ha llamado EmailConfidential.
Aunque está pensado para el email marketing, también te puede venir bien para tus cuentos.
Muchas gracias por la mención 🙂
Al inicio del artículo das un apunte clave: todos nacemos con la imaginación de serie
El problema es que, con el paso del tiempo, nos olvidamos de seguir utilizándola.
Ahí está la clave.
Un abrazo.
Néstor
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Hola Néstor
Efectivamente, al crecer, confundimos la imaginación con la creatividad que tiene otras reglas de juego.
Un abrazo
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