El uirapuru es el pájaro que no es pájaro.
Esta versión de Martes de Cuento sobre la leyenda del uirapuru me hizo pensar en varias leyendas sobre la suerte que podrían haber sido.

- El Uirapuru
- El Trébol
- La Suerte
El Uirapuru
En lo más profundo de la selva amazónica, vivía un joven cazador que, siempre que salía a cazar, pedía al dios Tupá que le facilitase presas con algún defecto.
El joven se fijaba con toda atención en todos los defectos de las presas que veía y elegía aquella que parecía tener la muerte más cercana.
Un día, en una de las partidas de caza, un jaguar se abalanzó sobre el joven y cuando estaba a punto de acabar con él, Tupá convirtió al muchacho en un pequeño pájaro cantor (un uirapuru) que escapó fácilmente del feroz felino.
(97 palabras)
El Trébol
En el Bosque Imaginado, había tréboles de todo número de hojas (es lo bueno de la imaginación).
Aún así, los tréboles de cuatro hojas no eran los más abundantes. Nadie daba con la explicación de tan extraña circunstancia.
Porque una cosa es imaginar algo y otra encontrarlo.
Imaginabas un trébol de siete hojas y, al cuarto de hora, lo encontrabas. Imaginabas un trébol de cuatro hojas y tardabas semanas, incluso meses, en encontrar alguno.
Tal vez, porque la imaginación incluía que era muy difícil de encontrar.
(86 palabras)
La Suerte
De entre todos los ratones del Bosque Imaginado, había uno con especial suerte. No diré su nombre para no levantar envidias como a veces se levantaban entre el resto de ratones.
Este especial ratoncillo solía lleva una libreta donde iba anotando todo lo que veía a su alrededor incluyendo día y hora.
Con el tiempo ya no necesitó la libreta, salvo para excepciones muy puntuales. Para él, la vida en el bosque se desarrollaba como un reloj biológico.
Lo que otros llamaban suerte, él lo llamaba simplemente atención.
(86 palabras)