
El cambio climático de la Tierra empezaba a afectar a otros elementos del sistema solar. Concretamente a Deimos, uno de los satélites de Marte.
La última entropía realizada a dicho satélite indicaba que a medio plazo ––entre 100 y 300 años––, había muchas posibilidades de que se saliera de su órbita y fuera atraído por la Tierra por lo que había que ir creando una salida controlada que lanzase el satélite hacia el Sol.
Después de realizar todos los cálculos, por fin se lanzó la primera nave a Deimos en 2052, unos años después del pico del agua potable en la Tierra. Los altercados por el agua iban tomando cada vez más virulencia por lo que el viaje a Deimos pasó prácticamente desapercibido para la opinión pública.
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