
Microrrelato
Iba siendo el momento de cosechar el esfuerzo de tantos duros años de aprendizaje con su sensei de fantasía.

Poco a poco, sus objetivos se cumplían con más eficacia y rapidez pero con menos esfuerzo.
No se pueden poner puertas a la imaginación pero sí aprender a manejarla de otra manera. Objetivo, esfuerzo y fantasía tienen que darse a la vez o todo el trabajo acabará por los suelos.
Ratoner, 69 palabras sin el título
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