La Sra de Díaz ha tenido la amabilidad de prestarme los dos ratoncitos de su Carta de una mamá para un cuento. Son tan graciosos que creo que se lo merecen.

Imagen vía Sra de Díaz
La Ratita de Naranja y el Ratoncito de Limón eran un matrimonio muy bien avenido. Aunque, al principio de su relación, habían tenido más de un disgusto.
Ella era una ratita dulce, agradable y estaba siempre de humor. Él era un ratoncito amargado, desagradable y siempre estaba de mal humor.