Los Elefantes Azul y Rosa

Desde que el elefante azul fue liberado, uno de sus encuentros más alegres fue con un elefante rosa.

Hay muchos elefantes rosas, pero un solo elefante azul. El elefante rosa de este cuento es el logo de este blog que puedes observan en su pestaña… arriba, en la parte más alta de la pantalla.

Se encontraron el elefante azul y el elefante rosa.
No sé cuál de los dos estará más alegre. #cuentuit

— #Jerby (@ratonbloguero) 24 de febrero de 2016

Tal vez, estés pensando que ese tipo de encuentros nos pueden darse; pero ten en cuenta que estás en un blog de cuentos. Cuando pasan cosas como estas, #Martes suele decir que tienes un ataque de adultez.

Y la adultez puede que esté bien para los negocios, pero no sirve para vivir la vida de verdad de la buena.

Ahora que ya puedes ver al elefante azul y al elefante rosa, prosigo el cuento. Y para hacértelo más fácil, llamaré al elefante azul Elefazul y al el elefante rosa Elefrosa.

Una vez que se hubieron presentado mutuamente, ambos comentaron el motivo de su alegría.

– A mí me dieron el poder de dar alegría a quien me encontrase en mi camino -comenzó Elefazul-. Y ya sabes que la alegría es contagiosa. Así que cuanta más alegría doy, más alegre estoy.

– Lo mío es más sencillo -repuso Elefrosa-. Una vez, viajé a Isla Imaginada y desde entonces, no han faltado cuentos en este blog.

Con aquellas referencias, pensaron qué le podría pasar a un mortal común si les encontrara a la vez.

– ¿No será un poco fuerte? -preguntó Elefrosa-. La gente no suele estar acostumbrada a tanta alegría.

– Puede ser. Así que buscaremos a alguien que aunque lo cuente, no le hagan mucho caso.

Al poco rato de buscar, encontraron a un borrachín medio adormilado sentado en un banco y con las gafas en la mano. Discretamente, se acercaron y empezaron hace pequeños ruiditos para que el hombre se despertara.

Cuando el borrachín se despertó, viendo ante si dos enormes y borrosas manchas azul y rosa brillantes, salió corriendo como alma que lleva el diablo perdiendo hasta las gafas. Se pensó que estaba a punto de ser atropellado por un coche de la policía.