Ratonlab, el Ratón del Laboratorio

Ratonlab tiene un laboratorio.

Posiblemente, habrás oído hablar de los ratones de laboratorio; pequeños roedores con los que se hacen experimentos.

Sin embargo, Ratonlab tiene un laboratorio propio. Es muy difícil pillarle, pero accidentalmente salió en esta foto.

Imagen del autor

Efectivamente, Ratonlab es un ratón de papel. Comenzó siendo un ratón más sencillo; más o menos como este:

Y poco a poco, a base de experimentos, se fue convirtiendo en el ratoncito que está más arriba.

En uno de dichos experimentos, Ratonlab cobró vida propia. Pero, sabiendo lo que les pasa a los ratones de verdad en los laboratorios, se mantenía estático cada vez que un ser humano pasaba cerca de él.

De esta forma, permanecía más o menos seguro durante el día.

Al caer la noche y cuando las personas abandonaban el laboratorio, nuestro querido roedor se dedicaba a cotillear los experimentos que se habían realizado durante el día.

Uno de lo más llamó su atención fue este de un ratón-robot:

Ahora ya sabes para qué sirven los bigotes de los ratones. Recuerda que gran parte de su vida transcurre bajo tierra y allí no hay luz.

Fueron muchos los experimentos que nuestro amigo pudo ver por las noches. Pero él nunca olvidaba que empezó siendo un ratón de papel y que todo lo que pudiera dar chispas era muy peligroso para él.

El agua tampoco era una de sus mejores compañeras porque podría deshacerlo.

Pero donde me mejor se lo pasaba Ratonlab, era en los experimentos en los que participaban niñas y niños. Suplían sus conocimientos técnicos con imaginación.

Si algo no volaba, lo cogían con la mano y solucionado. Que se acababan las pilas, lo empujaban con lo que podían. Si algo se estropeaba, caja de herramientas arriba y a ver qué había en las tripas del juguete.