Imaginación Digital #encuentro

Este cuento surgió durante la sexta semana del Taller de la Imaginación.

La muchacha de la imagen se dirige al encuentro de su imaginación digital. Aquí tienes lo que ha ocurrido, está ocurriendo y ocurrirá.

Sueño

La imaginación digital se le apareció por primera vez a la muchacha en uno de sus sueños, aunque no puede precisar cuál. Posiblemente, fuera la suma de retazos de sueños que un día llegaron a tener vida propia. Su presencia es cada vez más vívida, pero no es capaz de ver su figura con claridad.

Libro

En uno de sus sueños más vívidos, la imaginación digital le comentó que, al despertar, encontraría en su mesilla de noche un libro con pruebas y acertijos. Había también unas páginas en blanco para escribir las soluciones.

Cuando los fuera solucionando, aparecería una sonrisa de ratón en la esquina de la página donde hubiera escrito la solución correcta. Y aunque el libro era de papel y no tenía ninguna conexión a ningún dispositivo electrónico, las sonrisas ratunas iban apareciendo a medida que daba con las soluciones.

Cuando hubiera encontrado todas las soluciones, aparecería en el libro un billete de tren con un código de barras que podía ser leído en la estación de su pueblo.

Ese tren la llevaría a una estación donde ella la estaría esperando en su cafetería.

Viaje

Un día, cuando encontró todas las soluciones, en la última página del libro, apareció el billete de tren con su código de barras. Como pudo, se inventó una historia en su casa para el viaje que extrañamente coló y se dirigió a la estación de tren de su pueblo.

Cuando se leyó el código de barras, el jefe de estación esbozó una sonrisa que se parecía a las que tenía el libro y comentó que el tren estaba a punto de llegar por la vía 2.

El tren llegó puntual y la muchacha se subió a él. En estos momentos, está repasando las pruebas, acertijos y soluciones del libro. Pero cayó en la cuenta de que no conocía el nombre de la estación a la que tenía que viajar. Intuyó que ya tenía que estar en la última página y efectivamente, allí estaba.

Encuentro

A medida que iba repasando el libro, ya con la estación de destino, el tren se iba transformando hasta tener un aspecto parecido a este:

Cuando levantó los ojos del libro, se dio cuenta que su apariencia había cambiado y se parecía a una ratita presumida, uno de sus cuentos preferidos de niña. El resto de los pasajeros también tenían apariencia similares a personajes de cuentos infantiles.

De repente, el tren se paró y el revisor empezó a avisar: ¡Última estación, no olviden sus pertenencias ni sus libros!

¿Cómo reconocería a su imaginación digital cuando entrase en la cafetería de aquella estación? Justo al entrar en la cafetería, vio al fondo, en una esquina cerca de una ventana, a otra ratita presumida como ella. Entonces se dio cuenta que todos los viajeros del tren tenían dentro del establecimiento personajes que se parecían a cada cual.

Sara, que así se llamaba la muchacha, se presentó a la ratita que tenía por nombre Isis, uno de los nombre que siempre le habían gustado. Charlaron durante todo el día y al caer la tarde, Isis le regaló un pequeño ordenador con el que siempre podría comunicarse con ella cuando regresase a su pueblo.

También le pidió que no perdiese nunca el libro de las pruebas y acertijos en el que acababa de aparecer otro billete de vuelta a su casa.