Desde que el ratoncito #Jerby supo de la existencia de la Ratita Garrampas, apenas podía dormir por las noches.
Se pasaba todo el tiempo pensando en ir a conocerla. Pero suponía que podría haber un gran problema. Como estaba todo el día entre ordenadores, se cargaba de electricidad. Y no tenía ni idea de lo que podría pasar cuando le diera un beso a la ratita de los calambres.
Le preguntó entonces a la luna Qamar si aquello podría ser peligroso.
– No lo sé -respondió Qamar-. Tendrás que averiguarlo por tu cuenta.
Así que, con más miedo que vergüenza, se dirigió a la casa de la ratita pensando en las peores consecuencias.
Cuando estuvo delante de ella, le gustó más de lo que conocía por el cuento. Para ella, era el primer ratón azul que conocía. Había oído hablar de los príncipes azules, pero apenas podía imaginar que también existieran ratones azules. Así que el beso era inevitable…
El primer beso fue realmente impresionante; hubo tal descarga que el ratoncito salió disparado de espaldas dando varias vueltas de campana. Pero esto no le quitó las ganas de seguir estando junto a Garrampas.
Cuando se hubo recuperado un poco, le dijo la ratita:
– Seguro que encuentras alguna solución en tu ordenador.
El ratoncito buscó y buscó hasta que encontró algo que llamaban orgonita.
Se leyó de cabo a rabo todo lo que encontraba sobre la orgonita y empezó a fabricarla con los materiales más raros que conocía.
Pero no había forma de que no diese una vuelta de campana de vez en cuando.
Ambos roedores, pensando, pensando, llegaron a la conclusión de que lo mejor sería preguntarle a Qamar.
– No sé como solucionarlo -les comentó-. Pero puedo daros unos trozos de roca lunar para ese invento que estás haciendo.
Pasados unos días, el ratón encontró la combinación perfecta entre cuarzo, metales raros y roca lunar con la que fabricó un precioso colgante que regaló a Garrampas. Desde entonces, puede besarla sin peligro.
Después de eso, #Jerby y Garrampas volvieron a sentir calambres cuando se besaban. Pero era por otra cosa…
Pero qué ternurita.., por favor. Me ha encantado. Mucho, mucho… Me alegra que mi Ratoner se haya enamorado de mi Rateta…. Y ese primer beso no creo que lo olviden ninguno de lo dos. Sobretodo, él….
Qamar besis.
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Qamar, ten por seguro que ese beso no lo olvidarán ninguno de los dos. Es más, podría ser uno de los mejores besos literarios cuando este blog sea famoso… 😀
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¿Más famoso aún? Lo mejor de la blogosfera se reúne aquí 😉
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Martes, por ahora, solo soy famoso en Isla Imaginada. Pero, ¿qué más se puede pedir? 😀
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¡Nada! Isla Imaginada está en el centro del universo 😀 😀 😀
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Yo diría que hasta del multiverso. Porque en Isla Imaginada, cada cual se imagina el universo como quiere… 😀 😀 😀
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😉
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Ainsssssssssss… qué hermosa historia!!!
Me encanta como escriben, me encantan estas historias, estos ratoncitos y, obviamente, la Luna Qamar!
Besotes a ambos!
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Alma, este cuento puede dar para una saga mientras los ratoncitos se sigan queriendo.
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🙂 El amor entre dos ratones puede dar mucho de sí. ¡Sagas y sagas de ratones que empiezan por un besito!
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Martes, no lo sabes tú bien.
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😉 En Isla Imaginada he sido testigo de algún que otro romance 😀 😀 😀
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Pues habrá que ir pensando en el ‘rincón del amor’ en la Gran Bibilioteca de Isla Imaginada. No está bien que las parejitas anden por ahí con la gran cantidad de preciosas poesías que tenemos para ellas.
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😀 😀
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