Éldelbit, el Informático Cuántico

Éldelbit es un informático cuántico.

Este cuento viene de AQUÍ.

Después de haber acabado de tomar el té, los ratelfos preguntaron qué sala de la cueva querían ver primero.

Garrampas dijo que ya había hablado ella bastante y le pasó la decisión a Ratonet.

– Si fuera posible, me gustaría ver lo que tengáis de ordenadores -comenzó Ratonet.

– Por supuesto -respondió Éldelbit, el informático-. Podemos pasar a la sala de ordenadores.

Imagen vía Pinterest

En realidad, la sala solo albergada dos ordenadores. Pero al ser cuánticos, tenían una capacidad indefinida. Para poder refrigerarse mejor, la parte más importante de ambos ordenadores estaba sin chasis; lo que le daba un aspecto un tanto siniestro porque se podía ver cómo la digitalina corría por sus circuitos.

– Ya me comentó Éldelsol (el astrónomo) que también tienes un ordenador cuántico -dijo Éldelbit para seguir la conversación-.

– Sí -respondió Ratonet-. Pero el mío es mucho más pequeño.

– No te preocupes -sonrió Éldelbit-. Podemos compartir una nube y todo lo que ponga en ella, lo podrás ver tú también sin necesidad de que te ocupe espacio en el tuyo. Es más, puedo subir de vez en cuando un documento compartido para poder editarlo entre los dos.

A Ratonet, le sonaba todo aquello a música celestial; pero Garrampas no se enteraba de nada. Así que el ratoncito intento tranquilizarla diciendo que aquello era como compartir un álbum de fotos donde ambos podrían poner las fotos que estimasen oportunas.

Dicho así, Garrampas recuperó la sonrisa.

Ratonet y Éldelbit se enfrascaron entonces en una profunda charla sobre dónde poder conseguir digitalina y el jardín interior que habían creado en el interior de su árbol; la manera segura de conexión entre los diversos ordenadores; las claves que iban a compartir para que la información no saliese a la luz pública; y muchos, muchos, más detalles que Garrampas entendía como nuevos álbumes de fotos.

Continúa AQUÍ.

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