Éldelsol, el Astrónomo Digital

Las estrellas también se escuchan.

Este cuento viene de AQUÍ.

Caía la tarde, aunque no se notaba nada en la cueva de los ratelfos porque estaba iluminada con una luz uniforme que no hacía percibir el paso del tiempo. Parecía como si el tiempo se hubiera detenido en aquella cueva si no fuera porque siempre había alguna actividad que hacer.

– Éldelsol, tú me dijiste que eras astrónomo, ¿cómo ves las estrellas? -preguntó Garrampas-.

– Más bien, las escucho – respondió Éldelsol.

– ¿Cómo es eso?

Los cinco ratones fueron entonces al laboratorio astronómico. Era una sala parecida a la del laboratorio informático, pero estaba llena de extraños sonidos.

– Garrampas, las estrellas cantan -explicó Éldelsol.

Imagen de la red

Ante el asombro de Garrampas, entró en detalles.

Generalmente, estamos acostumbrados a conocer todo por la vista. Sin embargo, la luz hace cosas extrañas en su viaje por el universo. Así que son más seguras ondas de otro tipo; por ejemplo, las del sonido.

En realidad, todas las ondas son parecidas, solo que las percibimos por distintos sentidos.

– ¿Y cómo suenan las estrellas?

– Escucha:

Garrampas se había quedado anonada con aquellos sonidos y no se atrevió a preguntar nada más.

Llegó el momento de la despedida y Eldelbit, el informático, les dijo a Garrampas y Ratonet que cuando llegase a su casita del árbol, les estaría esperando allí un mensaje con una clave para acceder a la nube de la ratita. También le preguntó a Ratonet si no que quería una nube para él.

– No hace falta, gracias -contestó el ratoncito-. También me gustan las plantas del bosque y compartiré la carpeta de Garrampas. Además, no me gustaría tener carpetas de temas cuánticos por si alguna vez mi ordenador cae en manos no adecuadas.

Y con el mismo sigilo que habían tenido para llegar al cueva de los ratelfos, Éldelsol les acompaño a su casita del árbol y pudieron comprobar que la clave que les había enviado el ratelfo informático ya estaba en su ordenador.

FIN… por ahora.